Las discusiones o conflictos entre hermanos no son agradables. A nadie le gusta vivirlas, pero el hecho de que seamos seres sociales los hace inevitables en algún momento de nuestras vidas y de las suyas. Para solucionarlos se precisa calma, mano izquierda y seguir alguno de los consejos que podemos darte desde Contigo-Psicología en este artículo.
¿Qué debemos saber de los conflictos entre hermanos?
Abordando únicamente las discusiones entre hermanos en su etapa infanto-juvenil, en nuestro gabinete de psicología en Vigo siempre le comentamos a los pacientes que el conflicto no tiene que ser siempre algo negativo. Son situaciones vitales de las que también se pueden extraer enseñanzas, sobre todo en el terreno de la propia gestión de las mismas.
Afrontar y no esconder es el primer paso, y debemos hacerlo enfocando siempre la situación en las posibles soluciones, ya que centrar las miradas en los problemas lo único que puede provocar es que se enquisten y la solución no sea del todo satisfactoria.
Escucha activa
La práctica de la escucha activa es una herramienta fundamental para lidiar con los conflictos entre hermanos. Sentarse todos juntos, comentar qué está pasando y hablar sin cortapisas siempre es buena idea. La negociación, además, les ayuda a poner en el foco en la necesidad de abordar los problemas desde la potencial solución y no siempre con rabietas.
No olvidemos la importancia de que, aunque sean niños, deben aportar siempre su punto de vista de la situación en concreto. Se tienen que escuchar, entender e intentar que ellos mismos lleguen a conclusiones válidas a modo de soluciones. Ellos deberían abordar también cómo implementar estas soluciones que han ido construyendo. El adulto tendrá un papel de actor secundario: son ellos mismos los que (sin saberlo) llevarán el peso de la situación.
¿La raíz del problema es más seria de lo que aparenta?
Si la discusión entre hermanos no se debe a un motivo aparentemente banal, y entendemos que se debe atacar de forma más efectiva la raíz del problema, una posible solución es acudir a un psicólogo que nos ayude a entender el comportamiento que nos preocupa. En Contigo-Psicología trabajamos con las técnicas más adecuadas para tratar los principales problemas que se presentan en edades tempranas y así reforzamos sus capacidades para crear vínculos más sanos (con los hermanos y con el resto de su círculo), e incluso contribuimos a aumentar su autoestima.
En cualquier caso, el papel de un centro de psicología especialista y los diferentes pasos que se abordarán durante el tratamiento tienen que decidirlos los propios psicólogos. ¡Ante la duda no tengas reparos en hacernos una consulta! Te ayudaremos a averiguar si esos conflictos o peleas entre hermanos necesitan de un abordaje algo más profundo.