Los pequeños de la casa también son susceptibles de padecer problemas de salud mental que pueden afectar a su rendimiento académico, a su día a día o generar miedos y fobias que les causen sufrimiento. En Contigo Psicología tenemos un equipo de psicólogos infantiles especialmente destinado a dar atención psicológica infanto-juvenil para tratar a esos menores de edad para los que un profesional de la salud mental es una buena solución.
¿Qué problemas psicológicos son los más frecuentes en niños y adolescentes?
En los primeros años de vida de una persona pueden desarrollarse vicios o problemas en la evolución en cuanto a las pautas de comportamiento o el desarrollo. Los psicólogos infantiles que trabajan en Contigo Psicología conocen perfectamente cuáles son las mejores técnicas y las más efectivas para ayudar a los niños y adolescentes a sentirse cómodos en terapia para así poder atajar de raíz y con tiempo cualquier patología que pueda presentarse.
Algunos de los problemas que llegan hasta nuestra consulta con mayor frecuencia son los relacionados con la hiperactividad, TDA (Trastorno de Atención) o TDAH (Trastornos de Atención e Hiperactividad). Es una alteración fácilmente reconocible y que puede ser tratada no solo con medicamentos, sino con una terapia adecuada.
También se pueden presentar problemas en el comportamiento que se manifiesten de forma recurrente en forma de desobediencia, agresividad, celos o enfados, sobre todo en las edades más tempranas. En esto también es interesante el trabajo en terapia para dar con el motivo y trabajar sobre ello para que no se produzcan estos cambios de comportamiento.
Otras alteraciones que se suelen manifestar con frecuencia y que se han acrecentado en los últimos meses a raíz de la pandemia y el confinamiento son los relativos a las fobias, los tics, los miedos o la dificultad para relacionarse.
Por último, también solemos ver con frecuencia casos en pequeños y adolescentes tanto de enuresis como de encopresis. La enuresis tiene que ver con la incapacidad de controlar la micción, mientras que la encopresis es lo que comúnmente se conoce como incontinencia fecal.
¿Cómo enfocar los problemas psicológicos de nuestros hijos?
Al igual que ocurre con la terapia para adultos, lo más importante es identificar el problema y pedir ayuda a un profesional. En estos casos lo primero que se hace es una primera sesión en la que en Contigo Psicología hablamos con los padres para entender de donde viene ese comportamiento. Aquí tenemos la primera toma de contacto con el paciente.
Tras esto tendrán lugar las sesiones de terapia propiamente dichas y que se dividen en tres fases:
Evaluación
En estas sesiones se comienza a abordar la problemática y se evalúan teniendo una toma de contacto directa con el menor.
Devolución
Identificados todos los factores a evaluar, se pasa a las sesiones de devolución, en las que se podrá dar a los padres los resultados de la primera fase y se confecciona un informe detallado de cuáles son los objetivos a tratar.
Intervención
La fase de intervención es la más importante, pues en ella se trabaja de forma personalizada y con el pequeño o pequeña, ofreciéndole herramientas y técnicas favorables para que pueda ir evolucionando a su ritmo y trabajando en su patología. El contacto con los padres es siempre constante, detallando lo que se hace y cómo se va evolucionando en el proceso.
La última sesión es la más esperada por todos, la que marca el alta del paciente una vez se considere que ha ido evolucionando de la manera correcta.
Te ayudamos a cuidar a quienes más quieres
Si estás buscando un psicólogo para tu hijo o hija, ponte en contacto con Contigo Psicología y nosotros te explicaremos todo lo que podemos hacer por ti.