La salud mental es ya una cuestión de la que, por fortuna, cada vez se está tomando una mayor conciencia social. Ahora sabemos ya que cuidar de nuestra salud mental es fundamental, ya que se trata de una parte indisociable de la salud sistémica.
Esta necesaria toma de conciencia social, unida a un estilo de vida urbano cada vez más acelerado y desconectado del entorno natural, ha hecho que en los últimos años se ponga el foco cada vez más en trastornos como la ansiedad y la depresión.
Desde Contigo Psicología en Vigo trabajamos cada día para cuidar de la salud mental de toda la familia. Y, en este empeño, nos proponemos adentrarnos y explicar, paso a paso, en qué consiste la depresión, en gran medida aún una gran desconocida. Qué síntomas indican que podemos estar sufriendo esta enfermedad y cómo tratarla desde la psicoterapia. Te traemos algunas claves fundamentales.
Síntomas que indican que puedo estar sufriendo depresión
Ante todo, debemos tener presente que la depresión es un trastorno que se manifiesta de manera distinta en cada paciente y que puede afectar a personas de cualquier edad. La atención individualizada para un diagnóstico precoz juega en ella, por tanto, un importante papel. Por ello, ante cualquier señal de alarma, nuestra recomendación es pedir cita con un especialista.
Hablamos de depresión clínica cuando los sentimientos de tristeza, melancolía, infelicidad y derrumbamiento, que muchos de nosotros podemos experimentar en un momento puntual de nuestras vidas, persisten con el paso del tiempo. Cuando se vuelven crónicos, el estado anímico del paciente se ve alterado de manera global e interfieren con el normal desempeño de la vida diaria.
Así pues, el cuadro clínico de la depresión mayor incluye síntomas como un estado de ánimo bajo o irritable, con tendencia a los cambios bruscos de humor, sueño excesivo o dificultad para conciliar el sueño, un gran cambio en el apetito que puede derivar en aumento o pérdida de peso de consideración, cansancio prolongado, sensación de falta de energía, sentimientos de culpa e inutilidad, odio a sí mismo, movimiento excesivamente lentos o excesivamente rápidos, dificultad para la concentración, inactividad, sentimientos de desesperanza, pérdida de placer en tareas y actividades que normalmente le hacían feliz al paciente, pérdida del apetito sexual, pensamientos repetitivos alrededor de la muerte e incluso ideaciones suicidas.
Además de poder estar indicada una terapia farmacológica, especialmente al inicio del proceso, se vuelve fundamental la consulta con un especialista y el inicio de una psicoterapia, con el fin de detectar las causas profundas que han originado este trastorno, a menudo multifactorial. La terapia psicológica individualizada y personalizada es el primer paso en el camino hacia la recuperación. Consulta sin compromiso con Contigo Psicología en Vigo.